No hay como salir al campo para darse cuenta de cómo las estaciones están a punto de finalizar, esté verano de 2007 está a punto de desaparecer y sin embargo… -por eso del tiempo loco y desequilibrado- hace, desde que empezó Septiembre, un sol radiante y un calorcito que ya lo quisieran en Andalucía que creo que están cayendo chuzos de punta, y en Levante más de lo mismo.
Sin embargo los días son más cortos y los rayos del sol caen sobre las ramas de los árboles de una forma diferente, los avellanos han sido expoliados por todas las ardillas del monte y… las nueces- sospecho- van a correr la misma suerte.
Sin embargo la naturaleza está llena de cosas bellas, hoy he podido contemplar y fotografiar a Lía con sus nueve cachorros. Es increíble lo que hace el instinto maternal, el celo con que cualquier madre de la naturaleza protege a sus crías. También vi un macizo de dalias tardías y una ráfaga de aire de trajo el aroma de los Don Diego de noche.
Casi me mato tratando de recoger – monte arriba- limones y manzanas de otoño.
Ya no estoy para andar triscando como una cabra, pero mi nieto Javi no solo me sirvió de báculo , si no que me guió y ayudó , en fin que me volví muy contenta con una docena de ¡auténticos huevos de gallina! Y las manzanas y los limones los tengo aromatizando la casa. Como decía una canción de mi época :
“El final del verano
llegó y tú partirás…”
Sin embargo los días son más cortos y los rayos del sol caen sobre las ramas de los árboles de una forma diferente, los avellanos han sido expoliados por todas las ardillas del monte y… las nueces- sospecho- van a correr la misma suerte.
Sin embargo la naturaleza está llena de cosas bellas, hoy he podido contemplar y fotografiar a Lía con sus nueve cachorros. Es increíble lo que hace el instinto maternal, el celo con que cualquier madre de la naturaleza protege a sus crías. También vi un macizo de dalias tardías y una ráfaga de aire de trajo el aroma de los Don Diego de noche.
Casi me mato tratando de recoger – monte arriba- limones y manzanas de otoño.
Ya no estoy para andar triscando como una cabra, pero mi nieto Javi no solo me sirvió de báculo , si no que me guió y ayudó , en fin que me volví muy contenta con una docena de ¡auténticos huevos de gallina! Y las manzanas y los limones los tengo aromatizando la casa. Como decía una canción de mi época :
“El final del verano
llegó y tú partirás…”
Lola Bertrand
8 comentarios:
Hacía mucho qu eno entraba a este blog, Lola y, como siempre, me encantó. ¿Cuántos paseos y buenos momentos...!Cati
Preciosas fotos y palabras.
Me gustó.
Juanchu
Un amor esa madre con sus hijos.
Besos
Eva
¿qué bella estampa la de la madre con sus hijos!
Me gustó todo.
Besos
Anina
Las manzanas de la foto tienen un aspecto delicioso.
Abrazos
Mariam
LOLA:
¡qué delicia pasarme por aquí!
Lía, una maravilla, es increíble cómo la naturaleza nos brinda ejemplos de amor incondicional. Mirando a esa madre canina con sus nueve cachorros inevitablemente pienso en Madelaine y en la madre que le ha tocado (los padres mejor dicho, que dicen la drogaban).
En la naturaleza no pasan estas cosas, la muerte se trata de superviviencia no de "salir de joda " como parece ser en el mundo de esta gente que droga niños para salir de parranda....
En fin, las manzanas parecen deliciosas y las dalias, que dicho sea de paso, me fascinan, están hermosas.
Te dejo mi abrazo desde el otro lado de tu mar!
Verónica
Bien , Lola, es un placer leerte.
Saludos
Rafael
Que bonito tu relato, lo triste que ya no es real, yo soy de villa, la villa de Celanova y vivi mi infancia en el monte y crie once años pastores alemanes y me encanta el monte y vivirlo, lo jodido es que ahora ya no existen estaciones y cuando vas con tu perro por la calle lo miran mal, puta gente de capital que no tiene puta idea de lo bonito que es un compañero animal, si le tienen miedo a un caniche, joder, y dicen que le pongas bozal, por favor, QUE VIVAN LOS ANIMALES Y QUE EL SER HUMANO NO DESTRUYA TANTO.
Un biquiño.
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