EMPRESA DE TITANES

Hace unos días fuimos de excursión a la playa de San Antolín muy cerquita de LLanes (Asturias) Durante el verano mi nieto Javi pasa los días con nosotros y las noches con sus padres, creo que eso le pasa a la mayoría de los españoles, por eso de vez en cuando cogemos todos los bártulos playeros y nos vamos a la aventura.
Esta mentada playa es muy larga y bella pero tiene una peculiaridad que a Saúl ( mi hijo pequeño) y a Javi le encanta: un río que la atraviesa, y otra que a mí – a priori- me fastidia: su mayoría está sembrada de piedras.
Pues bien, nada más aposentarnos y antes también, Saúl y Javi decidieron que tenían que hacer una presa de piedras y lo que fuera, que cortase el agua del río.
Dicho y hecho seis horas de acarrear piedras ininterrumpidamente, me tuve que poner seria para que se vinieran a la sombrilla a comer la tortilla y los filetes.
Al comienzo pasaban inadvertidos pero según avanzaba el trabajo de la presa los demás turistas empezaron a acercarse para cooperar, mencionaré al primero que era un indio con sus dos niñas pequeñitas que acarraban grandes piedras y las ponían a los pies de mi hijo y mi nieto, yo desde la sombrilla sonreía ya que parecía una ofrenda a los dioses.
Llegó un momento que- tras mis gafas de sol - me parecía estar viendo una parte de la película Forrest Gant , cuando el protagonista empieza a correr a través de América y el resto les sigue contagiado por su empuje.
Pensé: Lola saca fotos y cuéntaselo a tus amigos, esto es genial, y eso hice amigos, este es el resultado.
Lola Bertrand